Nansa Natural estuvo en la III Exhibición de Folclore y Música tradicional que se celebró el pasado 23 de julio en La Casona de Tudanca.
Pudimos disfrutar de una velada entrañable en torno al patrimonio inmaterial de Cantabria.
Quizás algunos no lo sepáis, pero en 2015 el Gobierno de Cantabria declaró como Bien de Interés Cultural Inmaterial nueve danzas tradicionales. Todas ellas poseen una personalidad histórica y cuentan tras de sí con una arraigada tradición. Son la Jota Montañesa, la Danza de Los Picayos, el Trepeleté, el Pericote, la Danza de Las Lanzas, el Baile del Conde de Lara, la Danza de San Pedro, La Danza de Palos y La Danza de Arcos.
La Jota Montañesa, una danza de pasos alegres
En la Jota Montañesa se danza en parejas. Este baile propio de las romerías se acompaña de castañuelas, gaita, pito y tambor. Se puede bailar a lo alto, también conocido como baile a lo ligero, dando pequeños saltos sobre la punta de los pies, con los brazos en alto y repicando las castañuelas. Se adorna de cambios de pareja y desplantes. En el baile a lo bajo o a lo pesao el cuerpo apenas se desplaza, y todo el movimiento radica en los pies. Los brazos permanecen en alto y los movimientos son laterales.
Lo normal es que la danza se realice en tres tiempos: a lo alto, a lo bajo y a lo ligero, combinando las dos modalidades, pero dando un ritmo más rápido a la tercera. Es entonces donde tienen lugar los “desplantes” de la moza y los cambios de pareja, así como un moderado trenzado de piernas en el baile de los mozos.
Los Picayos, la danza religiosa más extendida
Los Picayos se danzan en la zona occidental de Cantabria. Conocida como el baile del santo o el baile al santo, es la más extendida de carácter religioso.
La danza se realiza por lo general en la procesión después de la Misa Mayor, mientras la imagen está detenida en la plaza o en el atrio de la iglesia. A menudo, hay dos fases: una cantada en el interior del templo y otra llevada a cabo en el exterior, en la que se simultanean, el canto y la danza.
Las mozas vestidas con el traje regional llevan cada una sobre ambas manos una pandereta adornada de cintas de colores. Van en dos filas, que se abren dejando en medio a los danzantes. Los mozos tradiconalmente visten pantalón y camisa blanca, faja colorada y pañuelo de vivos colores al cuello, llevando en sus manos las castañuelas.
Las danzas de Tresviso y Liébana: el Trepeleté y el Pericote
El Trepeleté y el Pericote se bailan en la comarca de Liébana y Tresviso. En el primero, hombres y mujeres se alternan en la elección de la pareja, mientras suenan las castañuelas. Se acompaña de estribillos muy sencillos, que a veces, guardan relación con las canciones de corro.
El Pericote es un característico baile de romería con estribillos sencillos y repetitivos. Se danza acompañado del sonido de panderetas y castañuelas, y también con el tambor y la gaita. Durante la danza se van formando triadas de danzantes, compuestas por un hombre y dos mujeres.
La danza de las Lanzas, una de las más bellas del folclore regional
En la Danza de las Lanzas, bailada en Ruiloba, participan veintiún hombres, incluido un pelotero que, con un bastón de mando, lidera el grupo y un rabonero o zaguero que marca con las castañuelas las fases del baile.
Los hombres visten con traje blanco, faja y pañuelo rojos, y alpargatas blancas. Llevan unos largos palos decorados con cintas de colores blancos y rojos o azules y bailan a un ritmo lento marcado por el redoble de un viejo tambor de madera, y por las castañuelas del rabonero.
Las mujeres participan en una de las fases de la danza, pasando tras una especie de arco formado por los bastones de los danzantes, y acompañadas del «capitán«. La danza finaliza con un castillete realizado por los danzantes, en el que uno de ellos se alza sobre el resto, apoyado en los bastones de los compañeros, colocados horizontalmente.
El baile del Conde de Lara, un baile cortesano
También bailada en Ruiloba, es una recuperación moderna de la Danza de las Lanzas. La forma actual se sigue desde 1919 coincidiendo con el centenario de la celebración de la Virgen de los Remedios.
Como baile cortesano, los hombres tratan de atraerse el favor de las mujeres mediante genuflexiones ante las mujeres que son así homenajeadas.
La Danza de San Pedro, la menos conocida
La danza es poco conocida pero muy interesante. Característica de la villa de Comillas. Posee unos caracteres muy primitivos y recuerda al Romance del Conde de Lara. La danza coincide con la procesión, por eso en las estrofas cantadas hay invocaciones a San Pedruco.
Destaca el momento del cortejo. Aquí las mujeres tocan sus panderetas mientras permanecen sentadas, y un grupo de jóvenes danzantes trata de atraerse como pareja a una de las mujeres, al tiempo que, entre los danzantes se va destacando uno. Ante la insistencia del mozo, una de las mujeres cede la pandereta a una de sus compañeras y sale a participar en la danza.
Las danzas del oriente regional: la Danza de Palos y la Danza de Arcos
Estas danzas aparecen documentadas desde el siglo XVI. En la Danza de Palos vemos dos modalidades: aquéllas en las que se usan dos palos pequeños por parte de cada danzante y aquéllas otras en las que se usa un solo palo, garrote, espada, bastón, etc. Lo normal es que participen ocho personas que truecan sus palos con creciente intensidad, al son del pito y el tambor.
En la Danza de Arcos, complementaria de la anterior, se homenajea al santo en el atrio de la iglesia y luego es acompañado durante la procesión. Un grupo compuesto por un número de danzantes que suelen estar entre nueve u once, vestidos de blanco con faja roja (como en la Danza de Palos) y provistos de arcos adornados con papel de colores, danzan un característico baile al son del pito o la dulzaina y el tambor, cuya dirección le corresponde al de mayor edad.
La visita de Coros y Danzas de Santander
El color y la alegría llenaron el recinto de La Casona de Tudanca cuando los chicos y chicas del grupo de Coros y Danzas de Santander hicieron acto de presencia. Sus bailes llenaron de alegría los rostros de los más longevos del valle, parecían recordar tiempos en los que siendo mozos también bailaban en las romerías.
Esta agrupación folclórica nacida en 1950, tiene un amplio bagaje en dar a conocer dentro y fuera de Cantabria, las tradiciones, canciones y bailes de distintas comarcas de la región. Precisamente su buen hacer y su experiencia les llevará este año hasta Hungría, como representantes de España en el Festival de Folclore que se celebrará la segunda semana de agosto en Gyöngyös.
Tiempo para el rabel, las Trovas y Romances
En esta III Exhibición de Folclore de la Casona de Tudanca, hubo tiempo también para escuchar la interesante conferencia impartida por Mario Crespo López, biógrafo de Jose María de Cossío, un excelente recital de trovas y los sones del rabel de la mano de dos jóvenes del valle del Nansa que continúan las tradiciones.
Igualmente entrañable fue la actuación de “El Romancero en la calle”. Este grupo de excelentes rabelistas lleva tiempo divulgando el Romancero tradicional Panhispánico dentro y fuera de la región. En esta ocasión, Chema Puente, Luis Crespo, Eduardo Fuente, Lolo Saiz, Pablo Mediavilla y Julio Sánchez, tañeron sus rabeles con sabiduría y precisión, acompañando las canciones populares.
Su buen hacer llenó de emoción algunos de los rostros de los mayores que se encontraban en el jardín de La Casona de Tudanca. Fue todo un placer escuchar y cantar a coro “Viento del Norte”, la hermosa canción compuesta hace diez años por Nando Agüeros. Como curiosidad, en la encuesta popular realizada el pasado mayo por El Diario Montañés, este tema fue el elegido por los lectores del periódico como himno de Cantabria.
En definitiva, una jornada estupenda, que no habría sido posible sin el esfuerzo, el trabajo y la ilusión que la Asociación Alto Nansa pone en todos sus proyectos. Esta asociación sin ánimo de lucro trabaja año tras año en la promoción y difusión de las tradiciones, al tiempo que pone su granito de arena en mejorar las condiciones de vida del medio rural, y promover la participación social de la mujer mediante actividades culturales y de ocio.
Sin duda, estaremos atentos a la próxima celebración de este estupendo homenaje al folclore y la música de Cantabria.
Buenos días: estoy interesa en contactar con vosotros para hablar sobre una posible actuación vuestra el próximo 17 de agosto en Islares, Castro-Urdiales
Hola. me interesaría contactar con vuestro grupo y poder hablar de posibles intercambios, actuaciones…etc
Hola Alfonso,
Disculpa que no te hayamos respondido antes, no habíamos visto tu consulta. Te remito a la web de Coros y Danzas de Santander http://corosydanzasdesantander.com para que contactes directamente con ellos, porque nosotros solo nos encargamos de organizar experiencias rurales para disfrutar del rico patrimonio material e inmaterial de Cantabria.
¡Cordiales saludos!
Hola soy de un grupo foclorico de Tenerife , y deseamos hacer intercambio con grupos de Cantabria
Hola Francisco,
Hay varios grupos de coros y danzas en Cantabria. Te indico algunos, no son todos pero al menos así puedes tener alguna referencia para que puedas buscar en internet sus datos y localizarlos. Unos cuantos tienen página en Facebook o en otras redes sociales:
Coros y Danzas de Santander; Agrupación de danzas «Virgen de las Nieves» Tanos – Torrelavega; Los Picayos de Viérnoles, Grupo de Danzas San Pablo, Grupo de Danzas Nuestra Señora de Covadonga, Grupo de Danzas San Blas de la Montaña, la Coral de Torrelavega, el Grupo Otoño Musical, el Coro Santa María de Solvay, el Coro Solvay Ensemble, Raíces Cántabras, Coro Ronda Garcilaso, Banda de Gaitas de Tanos, Coro Ronda de Tanos, Coro Ronda Besaya, la Rondalla Senior y las Pandereteras Covadonga, Grupo de danzas Virgen de las Lindes y del Carmen de Suances; Grupo de Danzas Virgen del Campo de Cabezón de la Sal; Asociación Grupo de Danzas San Sebastián de Reinosa; grupo de folclore ‘Arvejales’,…
También puedes ponerte en contacto con la Federación Cántabra de Agrupaciones de Folclore FECAF y con la Federación Cántabra de Coros y hablar con ellos.
Un cordial saludo!